El suelo es un recurso natural precioso desde el punto de vista ecológico y económico. Junto al aire y al agua son requisitos previos fundamentales para la vida en la Tierra.
Dado que se trata de un recurso natural limitado debe ser preservado, porque regula el ciclo del agua, del aire y de los recursos orgánicos y minerales.
Al igual que el agua y el aire, el suelo es un bien público que puede ser explotado, pero no debe ser destruido. Quienes lo usan deben ocuparse además de su protección.
Sus contaminantes que podrían ser dañinos para seres humanos, animales y cultivos no pueden ser dejados a las generaciones futuras sin antes recuperarlos.
Las acciones que operamos en este sentido apuntan precisamente a eliminar los riesgos. Los sitios más contaminados suelen ser aquellos cercanos a empresas que trabajan con hidrocarburos (refinerías, surtidores de gasolina y lavado de vehículos industriales) y viejos vertederos donde existe un alto riesgo de que los lixiviados lleguen a los acuíferos subterráneos.
– INDUSTRIA AGRÍCOLA
– CRIADEROS
– VERTEDEROS
– INDUSTRIA MINERA
– SECTOR INDUSTRIAL DEL GAS Y DEL PETRÓLEO